Quebradas colinas son tus muslos
Crepitante ansiedad de tu dorso singular
Prefiero saber de ti en callada voz, mientras
No me invada la bárbara lujuria
Donde navego profundo
Con el movimiento de tus remos
Donde se agota mi último suspiro, encadenado
A los enjambres lúdicos hasta el delirio
Walterr José
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