Tus colinas son como la propia
naturaleza
Sigilosa y esquiva
Que hablan por sí solas,
Del delirio de los ojos cautivos
Tus dos oteros en tu pecho, son dos
rosetas
Que miran desde el arrebol
Y tus muslos...,
Tus muslos
Dos soportes de mis emociones
Fisura de mi último suspiro
Walterr josé
No hay comentarios:
Publicar un comentario